Cambiar el mundo ha sido siempre una idea que ha regido sobre todo las expectativas de la época moderna. Frente a la realidad se ha tenido siempre la esperanza de que pudiera aparecer otro mundo. Esta idea que creció con el movimiento romántico, pasó más tarde a las grandes revoluciones y fue, por proximidad intelectual, abrazada por las vanguardias. Podemos elegir el punto desde el que pensamos. Podemos hacer un ajuste de cuentas con nuestro tiempo. Debemos ser concientes de que no todo futuro nos interesa. Estas y otras ideas son abordadas por el filosofo Francisco Jurauta en una interesante entrevista realizada por Observatorio cultural y que el proyecto Crea Futuros recupera de su circulación en la web para apuntar algunas ideas interesantes sobre el futuro. En un interrogatorio que parte de las nociones de diseño como un marco de análisis para el futuro de nuestros espacios, Jurauta se desplaza por nociones como ética, estética, procesos creativos, reflexión, crítica y pensamiento, y concluye: en la medida en que el diseño haga suyas las preguntas que dominan la época y en la medida en que las sepa interpretar, podrá esta disciplina incidir sobre las soluciones de futuro. Pero su reflexión no se limita a esta práctica y el filósofo nos ofrece una perspectiva plural sobre nuestro tiempo venidero ante el que se atreve a afirmar que las sorpresas están garantiazas y, sobre todo, que no todas ellas serán pacíficas.
La ciudad del futuro, dice Jurauta citando a Mies Van der Rohe, no existe pero las condiciones la harán necesaria. Esta premisa quizá, sea una buena manera de pensar el futuro desde el presente. Más que preocuparnos por los resultados, deberíamos quizá, preocuparnos por construir las condiciones que propicien, que hagan necesarios, esos resultados.
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